Trucos para mantener la silla de coche para bebés siempre limpia
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Niños y limpieza: una amistad complicada
Cuando hay pequeños cerca, todo lo que tiene que ver con la limpieza y la higiene cobra una importancia vital, básicamente por dos motivos:
- Los bebés son más vulnerables que los adultos a los virus, bacterias y gérmenes, pues su sistema inmunitario es todavía “inmaduro” y justo empieza a desarrollarse.
- A su vez, y por su propia naturaleza, los niños se ensucian. Por una parte, porque les gusta explorar y jugar con todo lo que les rodea (ellos no ven si está sucio o no; es más, en ocasiones parece que sienten una atracción especial por los sitios o juguetes más pringosos). Por otra parte, y por su propio crecimiento, los pequeños no tienen las mismas habilidades que los adultos a la hora de comer, por ejemplo.
Es por ello que podemos afirmar sin lugar a dudas que todas las familias dedican una parte de su tiempo a limpiar, ya sea los biberones, los juguetes, la trona, o la silla de paseo, entre otros.
Hoy te explicaremos cómo limpiar la silla de coche y, lo que es incluso más importante, ¡cómo mantenerla limpia! Porque seguro que prefieres pasar el rato jugando con tu hijo y evitar gastar más horas de la cuenta limpiando su rastro 😉
Y si tus dudas no son de limpieza sino para decidir qué silla de coche comprar, te recomendamos que consultes el post cómo elegir la silla de coche para bebés: consejos de seguridad.
¿Por qué se ensucian tanto las sillas de coche?
Son diversos los factores que ayudan a entender el porqué unas sillas de coche se ensucian más que otras. Si eres de los que tiene la sensación de estar siempre limpiando el automóvil, evita comparaciones con los vecinos y recuerda unas reglas básicas:
- Cuanto más rato pasen los niños en el coche, más probabilidad que ensucien.
- Cuanto más niños haya en el coche, más probabilidad que ensucien.
- Si comen en el coche, más probabilidad que ensucien.
- Cuánto más pequeño sea el bebé… No, aquí no hay una fórmula matemática, pues lo que cambia con la edad es, sobretodo, el tipo de mancha que nos vamos a encontrar (pasando, por ejemplo, del reflujo de los más pequeños a los chicles de los mayores).
Y más allá de esas circunstancias, a la hora de ensuciar más o menos también juegan un papel importante:
- El color y tejido de la silla de coche, algunos absorben y disimulan más las manchas.
- El propio bebé y sus características (si se marea habitualmente, si suda mucho, si viaja solo o con un adulto detrás, si tiene un carácter más tranquilo o no…).
- El azar. No olvidemos que cuando se trata de niños hay que ser conscientes que siempre habrá una parte que no podrás controlar: si es día concreto le da por jugar con las galletas, si en ese viaje tiene un percance con los pañales…
Trucos para mantener la silla de coche para bebés siempre limpia
Por todo lo comentado anteriormente, algunas claves para mantener la silla de coche siempre limpia pueden ser:
- Utiliza una funda protectora, sin duda un accesorio muy útil y práctico, ya que será fácil de quitar y poner a la lavadora. Eso sí, asegúrate que se adapta a tu silla de coche (grupo, modelo…).
- Evita, en la medida de lo posible, que los niños coman en el coche. Si no hay alternativa, piensa en prepararles un snack apetitoso e inteligente: será más fácil limpiar unas migas de pan que una mancha de aceite o chocolate 🙂
- En los viajes en coche, evita darles juguetes que fácilmente puedan ensuciar: rotuladores, pintauñas…
- Lleva bolsas a mano por si los niños se marean, especialmente si son mayores y pueden más o menos controlar el vómito.
- Viaja con pañuelos y toallitas siempre en sitios accesibles (para los niños y adultos), de manera que se pueda hacer una primera limpieza de la mancha lo antes posible.
Cómo lavar la silla de coche para bebés
Según el tipo y número de manchas a limpiar, podemos diferenciar entre:
- Una limpieza rutinaria de la silla de coche, que podemos hacer habitualmente de forma rápida y sencilla.
- Una limpieza a fondo de la silla de coche, que requiere más tiempo y tendremos que hacer en determinadas ocasiones.
Para la limpieza del día a día, he aquí algunos trucos:
- Guarda un cepillo cerca de la silla de coche, de manera que puedes pasarlo de forma casi automática al sacar el bebé del automóvil.
- Utiliza un aspirador (ya sea pequeño o el de las gasolineras y centros de lavado) para retirar el polvo y las migas. Asegúrate de repasar todos los rincones.
- Si hay alguna mancha pequeña puedes lavarla solo con un poco de agua, o añadir detergente de la ropa o unas gotas de lavavajillas. Con una esponja o cepillo, y con cuidado, frota la mancha en diferentes direcciones para retirarla. El aclarado, con agua limpia, y el secado al natural o con ayuda de papel absorbente.
Para una limpieza más a fondo te recomendamos:
- Escoge el momento adecuado. Parece obvio pero a veces nos damos cuenta que la silla de coche está sucia cuando montamos el coche para irnos de vacaciones. Éste no es un buen momento para limpiar a fondo la silla de coche sino que hay que escoger un momento tranquilo, en el que puedas dedicarte a la tarea y contar también con suficiente tiempo después para dejar secar los textiles y volver a montar la silla con calma.
- Antes de desinstalar la silla de coche, retira toda la suciedad que puedas con el aspirador y/o un paño húmedo. Evitarás ensuciarte más de la cuenta.
- Saca la silla del coche, lo que te permitirá un lavado más cómodo y profundo. Sigue las instrucciones para hacerlo y, si lo consideras necesario, toma fotos para luego volver a montarlo correctamente (especialmente recomendable si has perdido el libro de instrucciones).
- Cepilla o aspira la superficie, asegurando bien que pasas por todos los rincones y agujeros.
- Quita la funda o cubierta de la silla de coche, que en la mayoría de casos es removible. Entonces podrás sacar también las correas y cintas de seguridad. Si tienes dudas, consulta el manual de instrucciones sobre cómo hacerlo y asegúrate que serás capaz de volver a instalarlas correctamente a su sitio (de ello depende la efectividad de la silla de coche).
- Frota con detergente o lavavajillas disuelto en agua las manchas de la cubierta. Si el téxtil lo requiere y lo permite, puedes aplicar algún producto específico para el prelavado.
- Lava toda la cubierta, si es posible a la lavadora (seguramente será recomendable utilizar un programa suave, puedes confirmarlo en la etiqueta o libro de instrucciones).
- Limpia la base de plástico y otros accesorios, con agua y jabón. Aclara bien y asegurate que no queda agua en los agujeros.
- Limpia las correas y las hebillas, siempre según las instrucciones del fabricante, pues son un elemento clave y si se degradan pueden resultar menos seguras. En caso que las cintas estén extremadamente sucias, quizá sea mejor comprar unas de recambio.
- Deja secar bien todas las partes de la silla.
- Vuelve a montarla siguiendo el proceso hecho a la inversa. No nos cansaremos de repetir, ¡asegura, una vez más, que la instalación es correcta!